“Todo apunta a que voy a ser precandidato”, dijo Ernesto Sanz
El titular de la UCR reafirmó su decisión de ir a la interna contra Julio Cobos y Ricardo Alfonsín para postularse a las presidenciales del 2011. Duro cuestionamiento al kirchnerismo.SAN RAFAEL– Ernesto Sanz ya habla como un candidato. De hecho, lo anticipa sin tapujos. “Voy direccionado a tomar esa decisión. Todo apunta a que voy a ser precandidato a presidente”.
Es la primera vez en el año que pasa cuatro días seguidos en su San Rafael natal, y en ese contexto recibió a Diario Uno en su estudio jurídico. Con firmeza, críticas a sus rivales de la interna y al kirchnerismo, y con sonadas palabras para el radicalismo mendocino y el de San Rafael, el senador nacional ya se calzó el traje para competir en las internas de la UCR contra Julio Cobos y Ricardo Alfonsín.
-Sacudió la interna con su deseo de ser precandidato. ¿Por qué lo decidió?
-Voy direccionado a tomar esa decisión. Tengo una visión de la competitividad de los partidos políticos que tiene que ver con ensanchar el escenario de adhesiones en la sociedad. El radicalismo tenía hasta hace poco tiempo una suerte de foto cristalizada en la figura de Cobos y Alfonsín, que son dos figuras muy valiosas, con un proyecto particular, pero yo vi que había una posibilidad de ensanchar esa foto representando a sectores internos del partido que estaban desguarnecidos y a sectores de afuera. Conclusión: me parece que esto ayuda al radicalismo a representar a más gente: lo tendremos que resolver democráticamente.
-¿Cuándo lo decide?
-Los primeros días de febrero. Pero todo apunta a que voy a serlo. Pero quiero esperar, porque esto se construye con el apoyo de mucha gente. La razón de esperar es ésa: seguir buscando adhesiones. Me está yendo muy bien y estoy muy entusiasmado.
-Su decisión movió las olas dentro del radicalismo, incluso con críticas diciendo que le falta posicionamiento...
-Las críticas de buena fe las acepto, porque me enriquecen y me ayudan a avanzar en mis posiciones; las de mala fe las tomo como de quien vienen.
-Pensando en que ya es candidato, en un triunfo, ¿qué le hace falta al país? ¿Cuáles son sus ideas?
-Creo que la dirigencia argentina tiene necesidad de discutir el futuro y yo tengo una visión muy clara respecto del futuro. La Argentina del futuro tiene que ser capaz de tomar las mejores cosas de los 25 años de democracia, que fueron el período de transición del radicalismo de los ‘80, el período del mercadocentrismo de Menem de los ‘90 y el período de los Kirchner, que recuperó la autoridad del Estado y que ha hecho cosas interesantes, pero que deja muchas cosas pendientes. El gobierno que venga tiene la enorme obligación de generar una síntesis de estas tres etapas. Creo que tengo esa visión, con el programa que todo el radicalismo ha construido en estos últimos tiempos, basado en cuatro pilares: competitividad económica, cohesión social, inserción internacional y reparación institucional.
-A nivel económico, ¿cuáles son sus ideas?
-Argentina tiene que recuperar la competitividad de su sistema productivo. Esto se hace a través de algunas herramientas.
-¿El tipo de cambio?
-No, no es una cuestión de tipo de cambio alto. El tipo de cambio no tiene que ser ni alto ni bajo, tiene que generar competitividad. La competitividad generada en el tipo de cambio es artificial, para que lo haya en lo estructural tiene que haber inversión, para que haya inversión tiene que haber previsibilidad y seguridad jurídica, y un Estado que facilite, que sea amable con las inversiones. Si yo fuera presidente, crearía el ministerio de las pymes, porque creo en la fortaleza que esas empresas le dan al país.
-El candidato del radicalismo va a tener que luchar contra el mote de que los gobiernos radicales no terminan. ¿Cómo se convence a la gente de que el gobierno radical no es el de Fernando De la Rúa o el del final de Raúl Alfonsín?
-Es quizás la tarea más importante que tiene el radicalismo. Mi generación es una que no trae la capitis diminutio de otros radicales respecto del poder; creció al amparo del poder, ha gobernado con distinta suerte gobernaciones, municipios; no le tiene miedo al poder y se ha dado cuenta de que en Argentina el poder hay que ejercerlo con autoridad, no con autoritarismo.
-¿Puede haber alianza con Eduardo Duhalde?
-Mi generación se ha dado cuenta de que no tiene que tener al peronismo adentro, pero sí tener un acuerdo de gobernabilidad con un sector del peronismo, y yo no tendría ningún problema en acordar, por ejemplo, con el peronismo federal, porque desde ese ámbito hay señales concretas de que se quiere aportar a la gobernabilidad.
Es la primera vez en el año que pasa cuatro días seguidos en su San Rafael natal, y en ese contexto recibió a Diario Uno en su estudio jurídico. Con firmeza, críticas a sus rivales de la interna y al kirchnerismo, y con sonadas palabras para el radicalismo mendocino y el de San Rafael, el senador nacional ya se calzó el traje para competir en las internas de la UCR contra Julio Cobos y Ricardo Alfonsín.
-Sacudió la interna con su deseo de ser precandidato. ¿Por qué lo decidió?
-Voy direccionado a tomar esa decisión. Tengo una visión de la competitividad de los partidos políticos que tiene que ver con ensanchar el escenario de adhesiones en la sociedad. El radicalismo tenía hasta hace poco tiempo una suerte de foto cristalizada en la figura de Cobos y Alfonsín, que son dos figuras muy valiosas, con un proyecto particular, pero yo vi que había una posibilidad de ensanchar esa foto representando a sectores internos del partido que estaban desguarnecidos y a sectores de afuera. Conclusión: me parece que esto ayuda al radicalismo a representar a más gente: lo tendremos que resolver democráticamente.
-¿Cuándo lo decide?
-Los primeros días de febrero. Pero todo apunta a que voy a serlo. Pero quiero esperar, porque esto se construye con el apoyo de mucha gente. La razón de esperar es ésa: seguir buscando adhesiones. Me está yendo muy bien y estoy muy entusiasmado.
-Su decisión movió las olas dentro del radicalismo, incluso con críticas diciendo que le falta posicionamiento...
-Las críticas de buena fe las acepto, porque me enriquecen y me ayudan a avanzar en mis posiciones; las de mala fe las tomo como de quien vienen.
-Pensando en que ya es candidato, en un triunfo, ¿qué le hace falta al país? ¿Cuáles son sus ideas?
-Creo que la dirigencia argentina tiene necesidad de discutir el futuro y yo tengo una visión muy clara respecto del futuro. La Argentina del futuro tiene que ser capaz de tomar las mejores cosas de los 25 años de democracia, que fueron el período de transición del radicalismo de los ‘80, el período del mercadocentrismo de Menem de los ‘90 y el período de los Kirchner, que recuperó la autoridad del Estado y que ha hecho cosas interesantes, pero que deja muchas cosas pendientes. El gobierno que venga tiene la enorme obligación de generar una síntesis de estas tres etapas. Creo que tengo esa visión, con el programa que todo el radicalismo ha construido en estos últimos tiempos, basado en cuatro pilares: competitividad económica, cohesión social, inserción internacional y reparación institucional.
-A nivel económico, ¿cuáles son sus ideas?
-Argentina tiene que recuperar la competitividad de su sistema productivo. Esto se hace a través de algunas herramientas.
-¿El tipo de cambio?
-No, no es una cuestión de tipo de cambio alto. El tipo de cambio no tiene que ser ni alto ni bajo, tiene que generar competitividad. La competitividad generada en el tipo de cambio es artificial, para que lo haya en lo estructural tiene que haber inversión, para que haya inversión tiene que haber previsibilidad y seguridad jurídica, y un Estado que facilite, que sea amable con las inversiones. Si yo fuera presidente, crearía el ministerio de las pymes, porque creo en la fortaleza que esas empresas le dan al país.
-El candidato del radicalismo va a tener que luchar contra el mote de que los gobiernos radicales no terminan. ¿Cómo se convence a la gente de que el gobierno radical no es el de Fernando De la Rúa o el del final de Raúl Alfonsín?
-Es quizás la tarea más importante que tiene el radicalismo. Mi generación es una que no trae la capitis diminutio de otros radicales respecto del poder; creció al amparo del poder, ha gobernado con distinta suerte gobernaciones, municipios; no le tiene miedo al poder y se ha dado cuenta de que en Argentina el poder hay que ejercerlo con autoridad, no con autoritarismo.
-¿Puede haber alianza con Eduardo Duhalde?
-Mi generación se ha dado cuenta de que no tiene que tener al peronismo adentro, pero sí tener un acuerdo de gobernabilidad con un sector del peronismo, y yo no tendría ningún problema en acordar, por ejemplo, con el peronismo federal, porque desde ese ámbito hay señales concretas de que se quiere aportar a la gobernabilidad.
Fuente: Diario Uno
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