Las virtuales confirmaciones en el gabinete provincial de Vidal, reavivaron las inquietudes que ya existían en el radicalismo. Es que por el momento, el equipo de la gobernadora electo ha dejado trascender nombres de futuros funcionarios con un rasgo distintivo: todos pertenecen al macrismo.
Pero además, esa preocupación cobró más volumen a partir de un hecho político fuerte: el portazo que pegó el lider nacional de la UCR, Ernesto Sanz.
El legislador mendocino aspiraba a convertirse en jefe de Gabinete del gobierno nacional, pero el presidente electo Mauricio Macri, le ofreció el ministerio de Justicia, cargo que rechazó.
Sanz venía siendo uno de los engranajes clave del acuerdo por la distribución de espacios en el gabinete bonaerense junto al vicegobernador electo, Daniel Salvador. Su salida de escena ahora agiganta los interrogantes.
En las últimas semanas se venía especulando con que la UCR se quedaría con dos ministerios en la gestión de Vidal: Salud y Justicia.
Para el caso de la cartera sanitaria se venía mencionado al ex diputado provincial Luis Blanco, cercano a Salvador. Pero en las últimas horas aparecieron los nombres de dos platenses: Claudio Pérez Irigoyen y Marcelo Uriarte.
En el caso del ministerio de Justicia, Cambiemos habría desistido de la idea de fusionarlo con la cartera de Seguridad y ahora se busca un nombre para la cartera que dejará Ricardo Casal.
OTROS ROLES
Se sabe que el radicalismo aspira a quedarse con otros organismos de rango inferior a los ministerios.
Uno de esos lugares es el Instituto de Previsión Social (IPS). En ese marco, hay una movida en busca de colocar al frente del organismo previsional a Carlos Folino, un dirigente de Lanús que ya ocupa un lugar en el directorio.
Folino cultiva una buena relación con el intendente electo Néstor Grindetti, según se dice en fuentes partidarias.
Además, sectores de la UCR empujan el nombre de Martín Villena para desembarcar en la estructura del Servicio Penitenciario.
